Categoría: Ecología

Libertad

Libertad

Al fin se fue el 2020, un año lleno de incertidumbre, de distancia, de estar lejos de los que queremos, de no abrazarnos ni besarnos, de miedos… Pero también un año de estar en casa, de habitarnos, de conectar desde otro lugar con nosotras mismas y con los que queremos, a la distancia. Un año de video llamadas interminables, de audios eternos, de estar para el otro en la virtualidad, de acompañarnos, de sentirnos solos pero, al mismo tiempo, encontrarnos en el sentimiento de cada uno alrededor del mundo.

Slow Living…

Slow Living…

En unos días se cumple un año desde que me mudé sola. La verdad es que muchas cosas no salieron como esperaba y no en todos los casos eso fue algo negativo.

El hecho de estar sola en casa, aunque durante varios meses novio vivió acá, me dio tiempo para pensar y ver qué era lo que estaba “fuera de lugar”. Así fue que me di cuenta que mi trabajo como diseñadora de indumentaria perdía fuerza, mis hábitos empezaron a estar más en linea con la naturaleza y cortar un montón de prendas todos los meses, usando muchos (muchísimos) recursos para obtener cada corte de tela, usando mucha cantidad de electricidad, agua y muchos otros recursos, para más adelante formar parte de la pila de “residuos” textiles que circulan por todo el planeta… No estaba en linea con lo que siento, con lo que hago todos los días, con lo que reduje mi consumo de plástico, con todo lo que reduje mi basura y lo que trabajo para encontrarle a-cada-residuo-su-lugar… Fue por eso que quise empezar a producir sólo con textiles naturales, textiles biodegradables, textiles que cuando fueran a la pila de residuos se integraran a la tierra, textiles teñidos sólo con descarte de frutas y verduras (que luego de preparados los tintes van al compost), con la menor cantidad de químicos, para que su impacto sea menos negativo… Pero después de un tiempo me di cuenta que, si bien el impacto era menor, era más de lo mismo, con un impacto más amigable sí, pero con el mismo impacto de hacer siempre prendas nuevas, desde cero, con nuevos textiles.

Así que terminé con un montón de telitas teñidas con palta, cebolla, manzanilla, nuez, eucalipto y algunas cositas más, pero con muchas nuevas ideas! Después de un tiempo de ver todo lo que te contaba antes dejé de teñir, sigo guardando todo el descarte porque sé que lo voy a usar, pero decidí darle una vuelta de tuerca a todo el proyecto 🙂 

Si mirás atentamente la foto de más arriba te vas a dar cuenta cuanto material hay ahí para trabajar, cuantas prendas sanas, casi sin uso hay, cuanto material textil NUEVO listo para convertirse en algo distinto, así que sí, mi decisión fue empezar a trabajar sobre prendas que ya existen, sobre prendas que tienen una segunda oportunidad, una nueva vida ♥ 

Partir de una prenda ya hecha requiere de más imaginación, requiere de una planificación, se necesita trabajar con lo que tenemos. A pesar de eso las oportunidades son infinitas! Porque hay que llevar la imaginación mucho más allá de lo que se necesita para empezar de cero. Las prendas pueden desarmarse, se puede usar solo el textil disponible, se puede cambiar partes de la prenda, puedo teñir, combinar, bordar y, lo más importante, es que puedo empezar a cumplir ese deseo tan profundo que siempre he tenido (o por lo menos desde hace un tiempo) de dedicarle muchas horas y toda mi energía a una prenda por vez ♥ Porque cuando uno es independiente y trabaja de lo que ama, la profesión deja de ser solamente eso, una profesión, mi trabajo es una forma de vida. Por eso necesito que mi vida y lo que hago para vivir estén en comunión, que sean parte de lo mismo. 

En esta primera prenda hice un bordado, saqué un bolsillo y le agregué un pedazo de dènim para convertirla en un vestido. Cambié los botones por unos antiguos de nácar, que me regaló una persona especial. Y aí le dí una nueva oportunidad a una prenda que había caído en desuso, me llevó varios días de bordado, preparación y mucho amor en cada paso. El resultado es una enorme felicidad! ☺

En esta segunda prenda sólo hice un teñido con cebolla, que quedó en un color hermoso y le hice un bordado en la misma gama. El resultado me encantó, mucho, mucho! 

Así que en eso estoy, en tratar de reducir, reutilizar y reciclar, porque los números son alarmantes, el planeta se queja constantemente y mi vida y mi trabajo van siempre de la mano, juntos. Ojalá te guste mi nueva propuesta y te haga pensar en tus consumos, en qué pasa con las prendas que descartás y en qué podría pasar si les das una segunda oportunidad o buscás quién pueda hacerlo por vos ♥

 

Deseo que tengas una gran semana! Y que de a poco, todas, empecemos a ser más responsables con lo que consumimos y, por resultado, con lo que descartamos! ☺ Como siempre te invito a comentar más abajo qué pensás y que te parece esta nueva forma de hacer moda ♥

 

Ana

Qué es la sustentabilidad?

Qué es la sustentabilidad?

En estos días escuchamos mucho las palabras “sustentabilidad” y “sostenibilidad”, pero, cuánto sabemos acerca de estos conceptos? 

Para empezar tendríamos que tener en claro que, aunque suenen similares o parecidos, son dos conceptos diferentes, con la misma base, pero distintos.

En 1987, se realizó el Informe Brundtland, dentro de la acción de Naciones Unidas, y que definió a la sustentabilidad como la capacidad de satisfacer necesidades de la generación humana actual sin que esto suponga la anulación de que las generaciones futuras también puedan satisfacer las necesidades propias (Via Definicion.mx: https://definicion.mx/sustentabilidad/)

En cambio la sostenibilidad o desarrollo sostenible tiene en cuenta, también, las condiciones sociales, políticas y económicas del conjunto social, incorpora la visión humana en el sentido de que sostiene que el humano se desarrolle y además de satisfacer sus necesidades, que en ese desarrollo sus acciones sean pro cuidado del ambiente y del entorno natural en el que vive. 

Es entonces que en el desarrollo sostenible encontramos casos de grupos de gente que trabajan en cooperativas o sociedades similares, utilizando recursos que impacten de manera positiva al medio ambiente y mejorando así la calidad de vida de los trabajadores y su entorno.

 

Ahora, qué podemos hacer nosotros desde nuestro pequeño -y enorme- lugar de ciudadanos comunes? Bueno, la primera respuesta es obvia: reciclar! Esto significa que tengo que usar una y otra vez los mismos envases, las mismas prendas, los mismos “todos” que tengo en mi casa? No, esto significa que podés darle una nueva vida a las cosas que aún las tienen y no descartar porque sí algo. También lo podemos ver en el caso de separar la basura, eso es un gran punto de partida. La basura que se separa sirve para que quiénes sí reutilizan determinados materiales -como el cartón, plástico, vidrio, metales, entre otros- puedan juntarse con estos materiales más fácilmente y todo el desperdicio orgánico también puede tener una nueva utilidad convirtiéndose en compost y otro tipo de recursos como -te asombraría saber que- generar gas y otras energías. 

Sin embargo, hay algo mucho más importante y que va a tener un impacto mucho mayor y positivo para todo nuestro entorno, sabés qué es? El consumo responsable! 

sos una consumidora responsable?

Durante mucho tiempo me hice algunas preguntas que, aunque prontamente desechaba, seguían resonando en mí… Veamos, si yo compro shampoo y crema enjuague -por sólo nombrar dos elementos que TODOS tenemos en casa- y me dura un mes (promedio), al final del año tengo 24 envases que se tiran… Hasta hace no mucho tiempo no se separaba la basura en mi ciudad, entonces todo ese plástico terminaba sus días (in)útiles en el mismo lugar que las cáscaras de verduras y todo el desecho de mi casa. La primera pregunta es, voy a dejar de comprar estos productos? En mi caso, la respuesta es no, pero sí voy a buscar marcas que, además de dejarme el pelo divino, tengan una política clara de reciclado o de envases biodegradables. Así, podemos replicarlo a todas las cosas que consumimos, no hace falta irse al extremo, pero sí cambiar lo que puedo cambiar y empezar a ver un poco más que hay detrás del producto o marca que consumo. 

 

Fashion victims

La industria de la moda, por si no lo sabías, es una de las más contaminantes y menos sostenible del planeta. Los químicos que se usan para los diferentes procesos y que son vertidos en el agua, contaminan algo así como el 10/15% de los océanos. Y por qué utilicé la expresión menos-sostenibles? Porque la producción de indumentaria está tercerizada a una gran cantidad de trabajo infantil y “esclavo”. Mano de obra muy barata, muy especializada también, que produce a gran velocidad por muy poco dinero. Generalmente se sitúan en países muy subdesarrollados y los grandes retails del mercado de la moda los utilizan (de manera literal) para poder tener costos muy bajos, producir en enormes volúmenes y poder vender a un precio medio. 

Veamos, a la velocidad en la que se vive se generan nuevas tendencias, entonces pasamos de tener dos colecciones al año a tener alrededor de seis… Para cada colección se producen grandes cantidades que, obviamente, no se venden completamente, algunos productos se agotan, claro, pero muchos más no. Esa cantidad de ropa, rara vez, se recicla por las marcas, generalmente va a desecho, osea que, además de contaminar durante el proceso de producción, ahora también genera muchísima basura que como está compuesta en una gran cantidad por fibras sintéticas (mucho más baratas que las naturales) no se degradan con facilidad. Uffff..

Performance de Yolanda Dominguez a causa de la tragedia de Bangladesh en abril de 2013
Performance de Yolanda Dominguez a causa de la tragedia de Bangladesh en abril de 2013
Performance de Yolanda Dominguez a causa de la tragedia de Bangladesh en abril de 2013
Performance de Yolanda Dominguez a causa de la tragedia de Bangladesh en abril de 2013

hola vintage! 

Acá surge otra vez la misma pregunta… Qué puedo hacer yo? Renovar, reutilizar, reciclar! En vez de comprar todo nuevo, que es hermoso cuando tengo algo nuevo y lo disfruto, ir renovando y reutilizando. Cuando compramos indiscriminadamente, ya no sentimos ese placer al comprar y estrenar eso nuevo que tengo, no? Tal vez hasta nos olvidamos que lo tenemos en el placard y a veces encontramos prendas con etiqueta o hasta dentro de su packaging original. Entonces me parece importante empezar a tomar conciencia sobre esto y sobre lo que podemos hacer nosotros como simples -y no tanto- ciudadanos, nosotros podemos ser más responsables, consumir mejor y de manera super consciente, entonces estaremos haciendo nuestro aporte a nuestra casa, nuestro planeta ♥
Hay muchísimas ferias americanas, ferias vintage dónde podemos comprar prendas únicas, especiales, incluso antiguas, con telas que ya no vienen con detalles de confección que no vemos más, prendas especiales a las que les estamos dando una nueva vida! 
También, si se te da bien y te gusta, intervenir vos misma tus prendas: reformarlas, bordarlas, teñirlas, intervenirlas! Las opciones son infinitas y hay muchísimos cursos, talleres y hasta tutoriales gratuitos dónde podés aprender todo esto. Así, todo lo que tengas, todo lo que consumas, va a ser completamente original, tuyo y único.

 

ser responsables

Por último quiero ordenar un poco todas estas ideas. Cómo puedo ser más responsable y hacer mi consumo más sostenible? 
  • Primero saber qué tenés, por qué lo tenés y para qué lo tenés. No compres más de lo que necesitas y en este caso hablamos de TODO lo que tenemos en casa.
  • Segundo, pensar en todos los residuos que puedo evitar: por ejemplo packaging innecesario, a la hora de elegir marcas informarme que tipo de envases usan, son biodegradables? Tienen una política ecológica y sostenible? Hoy más que nunca tenemos al alcance de la mano la información uno a uno con las marcas, podemos hablar con quiénes pensaron desde la mismísima idea hasta cada detalle que me estoy llevando a casa. 
  • Tercero: RE CI CLÁ! Es super fácil, puedo darle una utilidad a muchas de las cosas que me quedan, sólo tengo que pensarlo y si no es así… Separá tus residuos y facilitale a quién sí sabe que hacer con ese -para mí- descarte la manera de conseguirlo. De nuevo, es muy fácil averiguar dónde puedo llevarlo o quién puede pasarlo a buscar por mi casa con sólo un cick.
  • Cuarto: no acumules, cuando nada entre en tu casa vas a desesperarte y vas a generar muchísimo residuo. Regalá, vendé, doná, siempre hay alguien que necesita lo que nosotros no. Cuando lo liberes, agradecé, eso te hace sentir feliz y no te da miedo soltarlo. 
  • Quinto: Sé consciente de quién y de qué forma hizo el producto que estás comprando. De lo que más puedo hablarte es de laindustria textil que es a lo que me dedico hace, casi, once años, hay muchísimas marcas que no tienen ningún tipo de desarrollo sostenible, alimentar ese tipo de marcas sólo genera más residuo, más contaminación y menos bienestar para todos.
  • Sexto: cuando compres, comprá calidad, cosas que sabés que van a perdurar a lo largo del tiempo y van a cumplir su utilidad.
  • Séptimo: si hablamos de indumentaria, me parece más importante crear tu propio estilo y seguir TU propia tendencia, de esa manera te aseguro que vas a comprar cosas que van a durarte para toda la vida y no vas a tener la necesidad de cambiar TODO  casa temporada ☺

Espero que este tema te interese tanto como a mí y que hayas disfrutado esta lectura tanto como yo disfruté escribiendo y, como siempre, te invito a que me dejes tus comentarios, tus pensamientos y si tenés datos para aportar a esta causa, también te invito a que lo hagas o que me envíes un mail a anapaula@anapaulaseara.com.

Que tengas un excelente días y gracias por leer! ♥